Milton Colmenares
Habitantes y defensores del medio ambiente han encendido las alarmas por el riesgo ecológico que representan las ceremonias de revelación de género que una empresa organiza frente a Los Arcos de Mismaloya, uno de los paisajes naturales más emblemáticos de Puerto Vallarta.
Estas actividades, realizadas a bordo de yates, incluyen el uso de explosivos y polvos de colores, lo que ha generado preocupación por el impacto negativo en la fauna marina y las aves que habitan el área protegida.
La empresa promociona sus servicios en redes sociales, ofreciendo a futuros padres la experiencia de descubrir el sexo de su bebé con explosiones de color frente a las formaciones rocosas. Sin embargo, activistas ambientales advierten que estos espectáculos, aunque llamativos, no toman en cuenta el delicado equilibrio ecológico de la zona, donde anidan diversas especies vulnerables. Entre los riesgos más serios destacan el uso de sustancias químicas desconocidas en los polvos, que podrían contaminar el agua y resultar tóxicas para la vida marina, así como el estruendo de las explosiones, que perturba el comportamiento de aves y otros animales.
Frente a esta situación, colectivos ambientalistas y ciudadanos organizados intensifican acciones de información y vigilancia en la zona, con el propósito de promover prácticas responsables entre turistas y prestadores de servicios. Su meta es preservar Los Arcos de Mismaloya como un santuario ecológico libre de actividades que amenacen su conservación y biodiversidad.
