Un deportista de parapente llamado Alex Lang, realizó un vuelo en un ultraligero sobre las pirámides de Egipto, la única de las siete maravillas del mundo antiguo todavía de pie, y en las grabaciones que realizaba de su hazaña notó un extraño movimiento en la cima de la más grande de las pirámides, la identificada como la de Keops.
Tras percatarse de este fenómeno, realizó un acercamiento al objeto con su cámara para descubrir que se trataba de un perrito, el cual aparentemente se encontraba bien y estaba «ladrando a los pájaros cercanos».
Tras el suceso, otros entusiastas del parapente organizaron otra volada al día siguiente para encontrar a la mascota y buscar cómo ayudarlo pero ya no lo vieron: «Volvimos pero no lo vimos en la cima, supongo que volvió a casa o, tal vez… era realmente Anubis, el Dios de los muertos», dijo Marshall Mosher.
Según la historia, Anubis era el guardián de las tumbas y era representado por un perro.
La pirámide de Keops mide 139 metros de alto y es muy difícil llegar a la cima, lo que ha generado debates en redes sociales de cómo y por qué llegó ese perrito hasta allá.
