El Centro INAH Nayarit lleva tres años encabezando un proyecto interdisciplinario que busca reconstruir la cadena de producción y el comercio de objetos elaborados en caolinita por la cultura Aztatlán (850/900-1350 d.C.) en la costa central del estado. La investigación —desarrollada junto con el Laboratorio de Geología del propio instituto— combina prospecciones de campo, análisis mineralógicos, fechamientos crono-tipológicos y experimentación arqueológica.
El equipo, coordinado por el arqueólogo Mauricio Garduño Ambriz y el geólogo Ricardo Sánchez Hernández, ha localizado dos yacimientos hidrotermales clave conocidos como “El Chicale” y “Las Iglesias”, dentro de los ejidos Yago y El Tambor, municipio de Santiago Ixcuintla. Allí obtuvieron muestras de caolinita y rocas afines que, según vestigios hallados en el sitio de Amapa, fueron trabajadas hace más de un milenio para fabricar joyería y alfarería, particularmente cuentas, pendientes, malacates y vasijas trípodes con decoración simbólica.
La investigación incluye el estudio microscópico de estrías y patrones de desgaste para identificar técnicas de percusión, desgaste y abrasión aplicadas en los talleres prehispánicos. Paralelamente, con la participación del artesano local Julio López Escobedo —uno de los pocos que aún labran caolinita con métodos tradicionales— se reproducen experimentalmente las cadenas operativas de manufactura.
Los resultados permitirán determinar el grado de especialización técnica de los antiguos lapidarios, así como proponer rutas comerciales que conectaron el núcleo Aztatlán con otras regiones del Pacífico mesoamericano. El director del Centro INAH Nayarit, Othón Yaroslav Quiroga García, adelantó que se proyecta una exposición temporal en el Museo Regional de Nayarit para exhibir hallazgos y réplicas obtenidos durante el estudio.
