La noche del 13 y la madrugada del 14 de marzo dejaron una huella imborrable en el cielo y en la memoria de quienes alzaron la vista. Un fenómeno astronómico de gran belleza se desplegó en lo alto: la Luna de Sangre, teñida de un rojo intenso, cautivó a millones durante el Eclipse Lunar 2025.
En Nayarit, las condiciones climáticas favorecieron la observación, permitiendo que cientos de personas se reunieran en terrazas, parques y miradores para presenciar el evento. Desde familias hasta entusiastas de la astronomía, todos compartieron la emoción de ver cómo la luna cambiaba su tono plateado por un resplandor carmesí.
Para algunos, este espectáculo tiene un significado místico o espiritual, mientras que otros lo contemplaron como una muestra más de la inmensidad del cosmos. Sea cual sea la interpretación, lo cierto es que la luna, en su danza con la sombra de la Tierra, volvió a recordarnos la majestuosidad del universo.
Bajo ese fulgor rojizo, millones sintieron una mezcla de asombro y fascinación. Porque hay eventos que trascienden lo cotidiano y quedan marcados en la historia de quienes los presencian. Y esta noche, sin duda, fue una de ellas.
