El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles, durante la primera reunión de su Gabinete, la imposición de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de la Unión Europea. Al mismo tiempo, confirmó que la aplicación de tarifas a Canadá y México quedará aplazada por un mes más, hasta el 2 de abril.
El anterior plazo para sus dos socios comerciales norteamericanos expiraba el 4 de marzo, tras una prórroga concedida en febrero. Inicialmente, Trump había amenazado con aranceles inmediatos del 25% en general y del 10% para la energía. Sin embargo, líderes de México y Canadá lograron una extensión después de hacer concesiones sobre la gestión fronteriza y el combate al tráfico de fentanilo.
Trump hizo el anuncio en respuesta a una pregunta de un periodista y justificó la decisión sobre la UE argumentando que el bloque fue creado «para fastidiar a Estados Unidos». “Hemos tomado una decisión y la anunciaremos muy pronto. Serán del 25%”, afirmó el exmandatario, quien mantiene su estrategia de lanzar amenazas arancelarias sin claridad sobre su aplicación.
La medida generó una rápida reacción en Bruselas. La Unión Europea calificó los aranceles como injustificados y advirtió que responderá «con firmeza e inmediatamente». “La UE es el mercado libre más grande del mundo y ha sido beneficioso para Estados Unidos”, declaró la Comisión Europea en un comunicado.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste respecto a la situación de México y Canadá. Trump inicialmente sugirió que no detendría los aranceles, citando un «maltrato comercial» a Estados Unidos, pero luego indicó que la fecha límite sería el 2 de abril. No quedó claro si otorgó tiempo adicional a estos países o si los incluyó en la revisión comercial en curso.
El Departamento de Comercio y el Representante Comercial de Estados Unidos están evaluando la aplicación de los llamados «aranceles recíprocos». El secretario de Comercio, Howard Lutnick, se comprometió a presentar un informe final el 1 de abril, tras lo cual Trump tomaría una decisión definitiva.
Desde su regreso al poder, Trump ha recurrido constantemente a las amenazas arancelarias como estrategia de presión. Durante su primer mandato, realizó numerosas amenazas similares que, en muchos casos, nunca se materializaron. Ahora, su postura agresiva vuelve a poner en tensión las relaciones comerciales con socios clave y genera incertidumbre en los mercados internacionales.
