SpaceX tuvo éxito este domingo en hacer una espectacular maniobra: atrapar el propulsor de su megacohete Starship tras un vuelo de prueba de casi nueve minutos, un logro que puede ser un paso decisivo para la reutilización de este pesado lanzador.
Poco antes de que el propulsor bautizado Super Heavy tocara el suelo cuando regresaba a su plataforma de lanzamiento, unos brazos mecánicos instalados en la torre, apopados “Los palillos”, se cerraron sobre el aparato y lo inmovilizaron.
Poco después, la parte superior del Starship amerizó en el Océano Índico, tal y como estaba previsto.
“La nave aterrizó precisamente en el objetivo, dijo Elon Musk sobre el quinto vuelo de prueba del vehículo, “segundo de los dos objetivos conseguidos”.
