Se ha vuelto un tema de debate en redes sociales el caso de la pequeña Camila Roxana quien fue declarada muerta en un hospital comunitario de Salinas de Hidalgo en San Luis Potosí pero despertó cuando era velada en su funeral.
De acuerdo a los datos disponibles, la niña fue llevada el pasado martes por sus padres al hospital tras presentar vómitos y diarrea, le dieron paracetamol y la regresaron a su casa, pero la niña siguió con los síntomas, volvieron al hospital y dos horas después estaba muerta, según el médico que la trató.
Le extendieron el certificado de defunción con causa de muerte descrita como deshidratación severa y diarrea aguda; les entregaron el cadáver.
Ya en su ataud, le niña fue velada en la comunidad de La Herradura en donde en medio de rezos y llanto de pronto se percatan que la niña respiraba y movía los ojos, según describe la mamá, y tras comprobar signos de vida por varios testigos llevaron de urgencia a la menor de nuevo al hospital pero al llegar, les indicaron que ya no tenía signos vitales por lo que la declararon muerta por segunda ocasión.
En el segundo certificado de defunción se informó que la pequeña Camila murió a causa de un edema cerebral, falla metabólica y deshidratación.
La Fiscalía del Estado intervino en este caso y se espera el resultado de los análisis e investigación para deslindar responsabilidades.
La mamá de la pequeña Camila asegura que hubo negligencia médica sin la cual, probablemente la niña todavía estuviera viva.
