Jesús Flores.- La cantera de Tigres de Álica comienza a dar sus frutos. Un ejemplo de ello, es Karlo Paul Tirado, quién durante mucho tiempo esperó su lugar en el equipo piloto y ahora es un refuerzo habitual en el esquema de Martín Rodolfo Rojas.
«Primero que nada muy contento y agradecido con mi familia, los profes, los compañeros, porque yo tuve un proceso de 6 meses entrenando sin jugar, sin tener acción. Gracias a Dios que en esta segunda vuelta me dieron la oportunidad de seguir jugando. Claro que con mejores acciones que aprendí este tiempo que estuve jugando», dice el joven mediocampista.
Karlo se mantuvo entrenado durante seis largos meses. Durante ese periodo pudo mejorar su habilidad futbolística gracias a las prácticas. La desesperación llegó por tanto tiempo de espera, pero sabía que la recompensa llegaría en cualquier momento y eso fue el resultado la confianza del técnico.
«Yo siempre digo que los tiempos por algo pasan y se llega la oportunidad, no hay más que aprovecharla. Ofreces lo que el profe te pide que es sacrificio, no parar, correr. Me considero una persona inteligente con el balón, aportar lo que quiere el profe hacia el equipo», dice el apenas adolescente.
Con 17 años y su dorsal 33, ya ha tenido minutos importantes en esta segunda vuelta de la Liga TDP. Su objetivo es claro.
«Más que nada el tiempo que estuve no fue de en balde. La verdad quiero sobresalir, no solo quedarme aquí. Me quedan años en tercera, espero sea rápido, todo a su tiempo. Trascender a otras opciones en el futbol».
