Desde hace 20 años Don Victor trabaja como jardinero en el panteón “Hidalgo de Tepic”; su trabajo es cuidar el área del “cerrito” como él le llama en la que además de cortar el pasto y mantenerlo en buenas condiciones, también lava las pilas y mantiene limpio el lugar, ese del que siempre ha encargado desde que llegó.
El “Cerrito» era conocido por la belleza de sus rosales, que plantó “Victor” sin embargo estos fueron desapareciendo poco a poco.
«Llegaban y cortaban los manojones de flores y se la llevaban a ponerlos en los jarrones de su tumba y pues como que no, no era para eso, las flores se venden allá afuera, al ver que eso se convirtió en un problema pues ya no le hicimos caso a los rosales», narra.
A sus 70 años, “El Victor”, como lo conocen, trabaja de 7 de la mañana a 3 de la tarde de lunes a viernes, pero los fines de semana se encarga de limpiar y embellecer con flores diversas tumbas y aunque ha pasado mucho tiempo en el panteón, son contadas las veces dice, que ha tenido contacto con alguna situación paranormal.
«Lo único que he mirado ahí en la subida de esta rampa, andaba ahí abajo barriendo y mire a una niña como de unos 5 o 6 años con el pelo dorado y me vine y no la encontré, busque para todos lados y no mire nadie».
Para Victoriano su trabajo no significa eso, para él es un lugar donde se relaja y hace lo que más le gusta, el “cerrito” del panteón Hidalgo dice ya es su segunda casa.
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