El alcalde saliente de Amatlán de Cañas, Saúl Parra, consiguió que el cabildo municipal avalara la jubilación de su esposa, Ilda Ramona Rentería Hernández, a pesar de no haber cumplido con sus años de servicio.
La esposa del alcalde se retira con un sueldo quincenal de $11, 838 pesos, lo que asciende a casi 24 mil pesos mensuales, auspiciados en su cargo de Secretaria Adscrita a Obras Públicas del Ayuntamiento de Amatlán de Cañas, y perteneciente al SUTSEM.
Cabe señalar que al inicio de la administración, Ilda Ramona recibió una compensación de 5 mil esos mensuales, y los últimos 4 años, se desempeñó como presidenta del DIF municipal (cargo honorífico) y seguía cobrando su sueldo en obras públicas.
Esta y otras irregularidades han desatado la crítica de los pobladores del municipio, pues mientras que la localidad atraviesa una crisis por la deficiencia de sus carreteras y puentes vehiculares, que los conectan con el exterior y que el temporal de lluvias agudiza cada año, el alcalde solo se ha dedicado a asegurar su patrimonio.
