Como respuesta a la represión policial generada en México y Estados Unidos durante los últimos días, un grupo de personas se manifestó en la capital del país.
Solidarizados con la causa de George Floyd y Giovanni López -ambos ciudadanos que perdieron la vida bajo custodia de elementos de seguridad-, los integrantes del contingente se dieron cita con indumentaria de color negro y pancartas dirigidas al gobierno. Sin embargo, un bloque conformado por jóvenes pertenecientes al movimiento Antifa, irrumpieron en el lugar para generar destrozos en establecimientos y otros locales de la zona.
Mientras la manifestación avanzó por Avenida Reforma, algunos elementos de Seguridad Pública intentaron mitigar los estragos del contingente, pero este siguió avanzando hasta llegar a la Embajada Norteamericana, sitio que ya se encontraba con vallas de seguridad para proteger el edificio.
En el punto, los asistentes lanzaron objetos y realizaron pintas en el exterior, pero fueron dispersados por los guardias que se encontraban en el recinto, mismos que bañaron con gas pimienta a un grupo de personas que protestaba en el lugar.
Posteriormente, las manifestaciones se dirigieron a Casa Jalisco, en donde al arribar comenzaron a lanzar pedazos de concreto, palos y otros objetos contra los policías capitalinos que igualmente se trasladaron al lugar para garantizar la seguridad de las instalaciones y los ciudadanos.
Los casi 200 agentes evitaron la violencia y solo utilizaron sus escudos para evadir ser golpeados por los objetos que los jóvenes les lanzaban.
Hasta el momento no se reporta el total de lesionados y personas detenidas.
