San Blas, Nayarit.- Por primera vez, una comunidad de jóvenes de la cultura Wixárika participó en el ancestral ritual de ofrenda en Tatei Haramara, sitio sagrado ubicado en San Blas, Nayarit. Con los ojos vendados, cruzaron en lancha desde la playa de San Blas hasta la Playa del Rey, siguiendo un sendero entre hojas secas como parte de un rito de iniciación transmitido por sus mayores.
Tatei Haramara, considerada por los pueblos originarios como la Madre de la Lluvia y Diosa del Agua, es uno de los sitios más sagrados del pueblo Wixárika. Cada año, comunidades indígenas acuden a este lugar para entregar ofrendas y renovar su vínculo espiritual con la naturaleza. En esta ocasión, jóvenes wixaritari vivieron por primera vez el recorrido ritual, guiados por las enseñanzas de sus padres y abuelos.
El trayecto inicia con los ojos vendados, en señal de respeto y humildad ante lo desconocido. La travesía en lancha desde la playa de San Blas hasta la Playa del Rey simboliza el cruce hacia lo sagrado. Ya en tierra firme, los peregrinos caminan entre hojas secas, siguiendo un sendero que representa el camino de la memoria ancestral.
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De acuerdo a la tradición, el mar reconoce a quienes se acercan con fe y respeto, protegiéndolos de enfermedades y desequilibrios. Este acto de reconocimiento espiritual refuerza la conexión entre elementos naturales y la salud.
Las autoridades locales han expresado su compromiso con la preservación de estas prácticas. “El Puerto de San Blas se siente orgulloso de tener un sitio sagrado como Tatei Haramara, ya que se trata de la primera tradición indígena viva, un motivo de celebración y un recordatorio de la importancia de preservar nuestra rica herencia cultural”, compartió el gobierno municipal.
