Milton Colmenares
La madrugada del pasado sábado, autoridades locales y ambientalistas encendieron las alertas tras el hallazgo del cadáver de un cocodrilo de casi tres metros, con evidentes signos de violencia, en una calle de Puerto Vallarta. Este es el segundo caso registrado en lo que va de este mes, situación que preocupa por el posible incremento de ataques a la fauna local.
El Grupo Táctico Operativo respondió a una llamada de emergencia donde se reportaban detonaciones de arma de fuego y personas transportando un cocodrilo en vía pública. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron al ejemplar sin vida, con heridas en la cabeza y ataduras en patas y hocico. Dos hombres fueron detenidos en la escena por no justificar su presencia y quedaron bajo resguardo administrativo mientras se investigan los hechos.
El Ministerio Público de la Procuraduría General de la República (PGR) recibió el caso y ordenó el levantamiento de registros oficiales. La Dirección de Ecología, con el apoyo de un biólogo, trasladó el cocodrilo al campamento tortuguero de Boca de Tomates, donde se realizará una necropsia para determinar con exactitud las causas del fallecimiento. La comunidad exige justicia y mayor protección para la fauna que habita en la región.
