La familia de Einar Nicolás vivió una de las pruebas más duras de su vida. A los 13 semanas de gestación, este bebé fue diagnosticado con pentalogía de Cantrell, una condición extremadamente rara que provocó el desarrollo de órganos fuera de la cavidad torácica.
Contra todo pronóstico, Nicolás continuó creciendo dentro del vientre de su madre, Maricarmen Coronado Flores, y con ocho meses de embarazo, el diagnóstico cambió a onfalocele gigante y probabilidad de vida del 85%.
Sus padres iniciaron una intensa campaña de recaudación, confiando en el procedimiento VAC que podría darle una oportunidad de vida. Sin embargo, tras ser trasladados de emergencia a Guadalajara, y recibir atención médica especializada, el pequeño Nico no logró sobrevivir.
Ahora su familia, devastada por la pérdida, agradeció profundamente el acompañamiento y el apoyo de quienes se solidarizaron con su causa.
Desde redes sociales como “Por Amor a Nico” hasta donativos en plataformas, cientos de personas se sumaron con esperanza. Hoy, ese cariño se convierte en consuelo para sus padres, quienes enfrentan el duelo con entereza y gratitud.
El dinero que habían recaudado, será utilizado para regresar a Nico a su tierra y darle el último adiós.
